En la era digital, la innovación tecnológica avanza a un ritmo sin precedentes. Las Fintechs están revolucionando el ecosistema financiero al ofrecer soluciones más ágiles, accesibles y tecnológicamente avanzadas. Sin embargo, este dinamismo también conlleva desafíos regulatorios y de seguridad, especialmente en lo que respecta a la Prevención del Lavado de Activos y la Financiación del Terrorismo (PLAFT).
Bajo este contexto, las Fintechs deben implementar modelos de PLAFT, que en algunos casos, responden a las exigencias de los supervisores de forma directa, por regulación aplicable. Y, en otros casos, de forma indirecta, por exigencia de partners regulados que establecen controles mínimos en varios ámbitos, lo cual incluye los modelos de PLAFT.
Las Fintech cada vez mejor posicionadas dentro de los ecosistemas financieros
Como se observa año tras año, la tendencia creciente de creación de Fintechs que ofrecen soluciones innovadoras y disruptivas dentro del ecosistema financiero, han llegado para quedarse, agregando valor y complementando los servicios financieros tradicionales. Esto se traduce en la oferta de más y mejores servicios a los usuarios finales.
Al establecerse estas relaciones cada vez más estrechas, se hace necesario que las Fintechs implementen controles que las lleven a encontrar el equilibrio entre el desarrollo del Producto Mínimo Viable (MVP) y la adecuada cobertura de riesgos, dentro de los cuales se encuentra lo que corresponde a LA/FT. Esto involucra:
- una mejora en la experiencia del usuario;
- la escalabilidad del modelo de negocio;
- la velocidad de ejecución que hace la diferencia frente a la competencia, en relación a la tarea de garantizar la seguridad en las transacciones;
- la incorporación de controles de PLAFT de forma temprana, es decir previo al lanzamiento del producto y durante el diseño del mismo.
Estrategias para implementar modelos PLAFT en el entorno actual
Considerando lo antes mencionado, es necesario que la implementación de los modelos de PLAFT en las Fintechs sean tan disruptivos e innovadores como el negocio mismo. Esto implica apalancarse en paralelo en tecnologías de vanguardia, como la IA o los procesos de automatización como por ejemplo RPA (Robotic Process Automation).
Sin embargo, esto no es suficiente por sí solo, el diseño del modelo debe ser complementado por la experiencia del equipo encargado de gestionar estos riesgos. Esto arrojará como resultado una solución integral que sea comprensible con el negocio y a su vez dinámico ante los cambios constantes en el entorno, en la normativa y en nuevos y más complejos modelos de negocio.
Por último y no menos importante, es necesario que los procesos y controles de PLAFT se dimensionen y apliquen de forma proporcional al riesgo LA/FT a gestionar bajo el principio universal expuesto por el Grupo de Acción Financiera GAFI. Esto significa que a mayor exposición al riesgo de LA/FT, mayor debe ser la robustez y eficiencia del control y bajo esa dinámica a menor riesgo, menor control, esto se conoce como aplicación de medidas intensificadas y medidas simplificadas, respectivamente.
Conclusión
Entonces, los Modelos de PLAFT, ¿se convierten en un requisito o verdaderamente son impulsores en las Fintechs? La respuesta es subjetiva pero cumple con los dos criterios: los modelos de PLAFT son una exigencia regulatoria de manera directa o indirecta, pero más allá de su carácter obligatorio, si los modelos de PLAFT se diseñan e implementan adecuadamente, reconociendo las características y particularidades del negocio, se convertirán en un pilar estratégico y el sustento para acompañar el crecimiento del negocio y los constantes cambios del entorno. Y, todo esto, se traduce en confianza para el mantenimiento de las relaciones comerciales con las contrapartes de las Fintechs, además de la solidez y respaldo para establecer nuevas oportunidades de negocio de mayor relevancia o incluso la expansión regional en nuevos mercados.
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