En un mundo donde la agilidad financiera define la competitividad de los negocios, las tarjetas virtuales se están consolidando como una de las herramientas favoritas para modernizar los pagos B2B. 

Según un reciente reporte de PYMNTS.com, el 42% de los CFOs ya planea integrar tarjetas virtuales en su stack de pagos en 2025 para gastos no planificados gracias a la flexibilidad que ofrecen. Una tendencia que en América Latina también gana terreno, impulsando eficiencia, control y seguridad.

¿Qué son las tarjetas virtuales y por qué son tan relevantes para el B2B?

Las tarjetas virtuales son herramientas de pago emitidas de forma totalmente digital, por los mismos bancos o entidades financieras que ofrecen tarjetas físicas, sin necesidad de una versión plástica que las acompañe. Los datos necesarios para realizar pagos se guardan de forma segura en la app o en el sitio web de la entidad.

Existen distintos tipos de tarjetas virtuales:

  • Las que poseen un número fijo, igual que las tarjetas físicas.
  • Las que poseen un número generado directamente desde la app o web del banco en el momento de usarlas. Generalmente, este tipo de tarjetas pueden ser emitidas para una única compra, tener una fecha de vencimiento fija o fines específicos, como suscripciones, pagos corporativos de último momento o gastos en el exterior.

Y la característica más destacable de las tarjetas virtuales es que se emiten y  activan instantáneamente y sin tiempos de entrega como las tarjetas físicas. Esto las hace ideales para necesidades repentinas y para colaboradores que no contaban ya con una tarjeta corporativa.

CVC/CVV Dinámico: más seguridad en cada pago

El CVC/CVV dinámico es una funcionalidad clave que refuerza la seguridad de las tarjetas virtuales y se puede integrar muy fácilmente a los diferentes tipos de negocios de tarjetas: a diferencia del CVV tradicional (un código fijo de tres dígitos), el CVV dinámico cambia automáticamente cada ciertos minutos o segundos, según como se lo configure. Esto ofrece a los usuarios una experiencia de pago mucho más segura, especialmente en entornos digitales donde la exposición a ciberamenazas es mayor.

Este código en constante renovación reduce el riesgo de fraude y robo de datos: incluso si alguien accede al número de tarjeta, el CVV que necesitan para completar una transacción habrá cambiado rápidamente, volviéndolo inútil para operaciones no autorizadas.

Más eficiencia y menos riesgos: los beneficios clave

El ecosistema B2B está entrando en una nueva era, impulsado por la necesidad de mayor digitalización, eficiencia operativa y control del gasto. En sectores donde el control del flujo de caja y la velocidad en la cadena de suministros son críticos, las tarjetas virtuales ofrecen la flexibilidad necesaria para resolver pagos a proveedores inusuales, viajes de negocios, gastos de representación o la compra de insumos de forma instantánea, segura y auditable. 

Además, en un entorno donde los ciberataques y fraudes financieros evolucionan constantemente, migrar de los cheques a soluciones digitales como las tarjetas prepagas no es solo una opción de innovación: es una decisión de protección del negocio.

Según un informe de PaymentsJournal, estas son algunas tendencias clave que refuerzan aún más la relevancia de las tarjetas virtuales:

  • Automatización de cuentas por pagar: la integración de tarjetas virtuales con plataformas ERP y de gestión financiera ayuda a automatizar procesos, reducir errores manuales y tiempo de conciliación, ya que su trazabilidad es inmediata.
  • Seguridad y prevención de fraude: en un contexto de crecientes amenazas cibernéticas, las tarjetas virtuales se consolidan como un instrumento que refuerza tanto la seguridad, al evitar el efectivo, como la prevención de fraude, ya que es más difícil acceder a los datos de la tarjeta.
  • Control granular: se pueden asignar límites específicos de monto o cantidad de transacciones, además de, fecha de vencimiento, adaptándose a cada necesidad.
  • Experiencia de usuario B2B más intuitiva: inspirados en la experiencia del usuario final, los pagos corporativos buscan ser cada vez más simples, rápidos y personalizables. Es allí donde las tarjetas virtuales tienen una ventaja competitiva natural.
  • Datos y analítica en tiempo real: el uso de tarjetas virtuales permite capturar insights detallados de cada transacción a través de Data analysis, facilitando mejores decisiones financieras y estratégicas en las empresas.

Según el reporte de PYMNTS, los CFOs también valoran la capacidad de las tarjetas virtuales para optimizar el working capital, negociando mejores plazos con proveedores y extendiendo el ciclo de pagos de manera estratégica.

¿Cómo se aplican en América Latina?

La región avanza hacia una adopción acelerada de soluciones B2B digitales, especialmente en fintechs, e-commerce, empresas de logística, travel y grandes corporativos. En este contexto, las tarjetas virtuales permiten a las empresas responder a un ecosistema de pagos que exige cada vez más inmediatez, trazabilidad y flexibilidad.

Desde Pomelo, acompañamos la evolución de la región proporcionando la infraestructura necesaria para lanzar y gestionar tarjetas virtuales B2B de forma sencilla, segura y escalable.

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Autor

  • Noelia Di Pietro

    Periodista y Licenciada en Comunicación nacida en Buenos Aires, Argentina. Se sumó al equipo de Marketing de Pomelo luego de escribir para medios, agencias y empresas del mundo IT, en las que adquirió el talento para descifrar info techie sobre software y blockchain. Es cinéfila, ama la musica, conocer nuevos lugares, y sobre todo, es cat-lover.

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