En la actualidad, la industria financiera y de medios de pago ha experimentado un crecimiento exponencial en Latinoamérica. Un aspecto fundamental de este avance es la diversidad de medios de pago que se han desarrollado en cada país de la región, que revolucionaron –y siguen revolucionando– la forma en que las personas realizan transacciones, inversiones, envían o reciben dinero. Desde aplicaciones móviles y tarjetas de crédito virtuales, hasta soluciones basadas en criptomonedas, ¡los usuarios tienen a su disposición una amplia gama de opciones para sumarse a la soluciones financieras y llevar a cabo sus transacciones diarias!
El despegue de las fintech apalancado por grandes innovaciones tecnológicas, sumado a la pandemia del COVID-19, que llevó a las personas a adoptar soluciones bancarias digitales, resultó en un gran avance en la bancarización en la región. Este fenómeno se tradujo en una reducción significativa del uso del efectivo como medio de pago preferido: según AMI (Americas Market Intelligence), actualmente el 44% de todo el universo de pagos en Latam se realiza con tarjetas, incluyendo ecommerce y retail, convirtiéndose así en el medio más utilizado. Esto significa que los pagos realizados en efectivo fueron superados, quedando en segundo lugar con un 36%.
Es sabido que cada país de la región tiene realidades diferentes y cada caso está marcado por el contexto local, los avances tecnológicos, la situación regulatoria, y el mercado económico propio. En el caso de Chile, la inclusión financiera se encuentra muy avanzada respecto a los demás países. Sin embargo, la oferta de productos financieros se encuentra concentrada en pocos proveedores, lo que dificulta la innovación, la competencia y la penetración de nuevos players en el mercado.
Afortunadamente, la modernización que traen las plataformas tecnológicas de servicios financieros, además de ser beneficiosa para la población chilena, entrega grandes oportunidades de negocio para quienes quieran incursionar en esta industria. Esto se traduce en la aparición de nuevos players, una mayor competitividad y propuestas novedosas para la población: tarjetas tokenizables, cuentas digitales y plataformas de lending, entre otros productos, que pueden complementar su core business a través de finanzas embebidas.
En este artículo, vamos a analizar los medios de pago más utilizados en Chile, el lugar destacado de las tarjetas en la plaza de pagos y cómo pueden ayudar las fintech a que la industria financiera evolucione. ¡Arrancamos!
Chile: alta bancarización y grandes oportunidades para diversificar la oferta de productos
Chile es conocido en la región por ser un país con gran organización a la hora de regular y desarrollar su mercado. Y su ecosistema financiero y de medios de pago es un reflejo de eso: con el 87,1% de su población bancarizada, se consagra como el país de Latam con más inclusión financiera.
Teniendo en cuenta estos favorables datos, la adopción de servicios financieros en el país pareciera estar en un gran estadío. Sin embargo, hay grandes oportunidades para desarrollar soluciones de pago innovadoras, más económicas y flexibles por fuera de las entidades bancarias tradicionales -que concentran la oferta de productos y procesamiento de pagos en el país-. Veamos algunos aspectos donde el desarrollo de las fintech, de nuevos casos de uso de tarjetas y de medios de pagos digitales pueden ayudar a que el mercado chileno evolucione.
Si hablamos de Interoperabilidad entre cuentas de banca tradicional y las creadas por las fintech, Chile históricamente era uno de los países de la región con menor desarrollo. Esto se debía a que la mayoría de los procesamientos de pago se realizaban por el mismo proveedor, lo que limita la aceleración de los pagos digitales y la innovación del mercado financiero:
La apertura hacia el modelo de cuatro partes (M4P) compuesto por un tarjetahabiente, un adquirente, una red de tarjetas y un banco emisor promovido por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, afortunadamente ayudó a la promoción de nuevas ideas y players, además de mejorar la transparencia y la eficiencia de las transacciones. Esto alienta a:
- una mayor competencia;
- la reducción en los precios;
- la posibilidad de elegir entre diferentes proveedores de procesamiento de pagos;
- crear soluciones más facilidades con nuevas tecnologías y con más posibilidades de expansión a más países de Latam.
¿Y el rol del efectivo?
Hablando estrictamente de medios de pagos, es fácil deducir que un gran porcentaje de los pagos realizados en Chile son a través de tarjetas y transferencias bancarias por encima del efectivo. Como vemos en los gráficos a continuación, cuando se trata de pagos presenciales, solo el 12% del total elige el efectivo, mientras que el 41,5% prefiere las transferencias bancarias, ¡casi la mitad de la suma total! Sin dudas es un gran contraste respecto de otros países de la región, como México, donde el 43,9% de las personas eligen el efectivo.
Chile posee un alto nivel de desarrollo en términos de bancarización y digitalización de pagos. Creemos que para dar un salto de calidad en términos de innovación e inclusión financiera, el ecosistema de redes e infraestructuras que lo soporte merece una renovación acorde.
Santiago Witis, Country Manager de Pomelo en Chile
La oportunidad: innovación a través de las tarjetas
Afortunadamente, la concentración de la oferta de productos está comenzando a revertirse gracias a la recientemente publicada Ley nº 21.521 o “Ley Fintech”. Esta busca “promover la competencia e inclusión financiera a través de la innovación y tecnología en la prestación de servicios financieros”, la cual ya estaba en marcha en el país con la aparición de nuevos productos y players, pero necesitaba el marco regulatorio correspondiente.
Como resultado de esta apertura del mercado, empezaron a verse cambios significativos en la plaza de pagos del país: la proporción de habitantes con tarjetas prepagas, las más versátiles para conectar con soluciones fintech, creció un 17,7% del año 2020 al 2022. Mientras que en el mismo período, la tenencia de tarjetas de débito se mantuvo prácticamente sin cambios, y las de crédito fluctuaron notablemente terminando en el 2022 con una reducción del 7,3% respecto al año anterior. Esto muestra el impacto de los nuevos servicios financieros en el país y cómo las tarjetas prepagas resultaron ser una opción más conveniente para integrar a estas soluciones.
El fallo de la corte: grandes noticias para las fintech y las tarjetas
El 7 de junio del 2024, la Corte Suprema modificó la regulación y las instrucciones para el mercado de los medios de pago con tarjetas con el objetivo de potenciar la competencia y ayudar a la economía a acompañar la rápida modernización que trae la tecnología a este sector. Y, entre múltiples medidas que sin dudas lo logran, se destaca una: todos los comercios minoristas deberán aceptar pagos con tarjetas prepago sin recargos adicionales.
Esta disputa entre las fintech y los grandes supermercadistas llega a su fin con un fallo en favor de la aceptación de todo tipo de tarjetas, siguiendo la regla “honor all products” y evitando la discriminación hacia las tarjetas prepago. Esto es una gran noticia para las fintech que emiten este tipo de tarjetas, para las que están pensando en lanzar su propia solución en el país y, por supuesto para los consumidores que contarán con una nueva herramienta de uso masivo.
Ofrecer soluciones financieras innovadoras y flexibles, a través de las tarjetas de prepago, se ha convertido en un elemento clave para satisfacer las necesidades y demandas cambiantes de los consumidores en el mundo digital. Que estas nuevas propuestas gocen de aceptación plena es esencial para generar inclusión financiera, por eso este fallo alienta y refuerza nuestra misión de seguir brindando servicios financieros accesibles y a la vanguardia
Santiago Witis, Country Manager de Chile en Pomelo
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