Al igual que otros activos del mundo cripto, las stablecoins han crecido con fuerza en los últimos años gracias a su potencial de innovación y de diversificación de portafolios de inversión. Estas monedas, creadas con tecnología blockchain, ofrecen alternativas seguras y convenientes para intercambiar activos como dólares y oro, en cualquier parte del mundo, con menores costos y burocracia.

Pero, ¿es un mercado seguro?, ¿cuál es el potencial de las stablecoins y qué oportunidades de ingresos aportan a los negocios?, ¿cuáles diferencias tienen en relación a las criptomonedas más tradicionales y famosas que ya conocemos?

¡Te contamos lo más importante sobre las stablecoins, además de detallar lo que ellas pueden ofrecer en términos de negocio dentro y fuera del ambiente cripto!

Para empezar: ¿qué son las stablecoins?

Las stablecoins también son criptomonedas, pero con una característica específica: están vinculadas a un valor definido en relación a activos reales. Es decir, son como la versión cripto de una moneda real. Pueden estar respaldadas por moneda fiduciaria (como euros o dólares) o una materia prima, como el oro. Su función es servir como un activo estable para facilitar la conversión de valores entre monedas fiduciarias y criptomonedas (de ahí su nombre, “moneda estable”).

Pensemos en ejemplos prácticos de stablecoins:

  • 1 unidad de stablecoin X respaldada por el dólar, comercializada en exchanges (bolsas cripto) = ​​1 dólar
  • 1 unidad de stablecoin Y respaldada por oro, comercializada en exchanges = 1 onza troy de oro en el mercado internacional

Al igual que otras criptomonedas, las stablecoins se crean y comercializan utilizando tecnología blockchain, cifradas, y no sufren interferencias del sistema financiero tradicional (como los bancos). Debido a que fueron diseñadas para seguir la variación de activos como el dólar y otras materias primas, su principal característica es la baja volatilidad. Por estas y otras razones, las stablecoins sirven como inversiones que aportan más estabilidad y diversificación a las carteras de criptomonedas, negociándose virtualmente sin tener que pasar por las burocracias del sistema financiero tradicional.

Un mercado en constante crecimiento

Las stablecoins son sólo una parte del mercado de las criptomonedas, pero eso no significa que sean un tema sólo para unos pocos entusiastas. Su mercado global total alcanzó los 138.400 millones de dólares en enero de 2023 y crece año tras año. Además, el escenario es aún más prometedor, pues cada vez hay más actores y grandes empresas interesadas en aprovechar las finanzas descentralizadas (DeFi) y la tecnología blockchain que sustenta estas monedas.

En Argentina, donde las criptomonedas tienen una adopción cada vez más amplia como alternativa de inversión y refugio ante la inflación, las stablecoins lideran las preferencias de compra de criptos luego de Bitcoin y Ethereum, según la plataforma CryptoMarket. La elección preferida es por las que están respaldadas por dólares: con 38% de preferencias, Tether (USDT) es la criptomoneda más elegida en el país, ayudando a la población a que negocie “en dólares” sin los límites de adquisiciones mensuales de la moneda americana. Y, en otros países de la región, estas monedas tampoco quedan por detrás: en Brasil, las stablecoins fueron responsables del 83,5% del volumen movido en el mercado cripto en el primer trimestre de 2023.

Los diferentes tipos de stablecoins (y los más utilizados)

Hay varias decenas de stablecoins en el mercado. Los más importantes se dividen en tres tipos:

Respaldadas por moneda fiduciaria

Están emparejadas con monedas como el dólar, el euro y otras. Para cada stablecoin generada a través de la blockchain, su emisor (generalmente una empresa) tiene la misma cantidad de la respectiva moneda depositada en efectivo como reserva. Su apreciación o caída sigue la cotización de la moneda a la que está vinculada.

La más conocida y comercializada en Argentina, en Latam y en todo el mundo es Tether (USDT), respaldada por el dólar y la que inauguró el desarrollo de otras stablecoins a partir de 2018.

Respaldadas por materias primas

Se emparejan con materias primas, como los metales preciosos, que históricamente han servido como activos de cobertura financiera frente a grandes fluctuaciones en los mercados de capital. El oro es el activo más utilizado en este tipo de stablecoin, siendo PAX Gold (PAXG) el ejemplo más conocido.

Otro ejemplo es nuestro partner Agrotoken, que innovó al tokenizar productos agrícolas como los cereales, convirtiéndolos en stablecoins colateralizadas en la producción de los agricultores (por ejemplo, 1 SOYA = 1 tonelada de soja). Este esquema permite a los productores ahorrar, invertir y realizar transacciones con su producción, incluso con sus tarjetas powered by Pomelo.

Respaldado por criptomonedas

Están vinculadas a otras criptomonedas. Por ejemplo, DAI es una representación de ether (ETH), que utiliza un sistema de autorregulación para permanecer estable incluso cuando este varía. Estas stablecoins no son tan populares como los dos tipos mencionados anteriormente.

Inversiones, regulaciones y propuestas de valor: diferencias con las criptomonedas tradicionales

Como ya hemos visto, las stablecoins son un tipo de criptomoneda, pero tienen algunas diferencias claras en relación a activos como bitcoin, ether y los NFTs:

  • Colateralizadas contra la volatilidad: ¿Cambios del 10% en un solo día? Nada de eso. Las stablecoins tienen como objetivo mantener una unidad de valor estable. No se basan en un algoritmo propio para su emisión, no cuentan con un sistema de minería ni una blockchain propia, que son características de bitcoin y ether. Además, están colateralizadas, es decir, están respaldadas por activos que sirven de garantía (como monedas fiduciarias y materias primas). La “excepción” son aquellas respaldadas por otras criptomonedas, que no tienen paridad con activos tradicionales.
  • Enfoque diferente para inversión: Las criptomonedas tradicionales se destacan por su gran potencial de apreciación. Han crecido como una alternativa de inversión independiente y libre de inflación a las monedas fiduciarias. Las stablecoins, por el contrario, no tienen este enfoque. La mayoría de las veces, son desarrolladas por empresas ya establecidas como una forma más fácil de exponerse a activos como el dólar, por ejemplo. Eso sí, sin pasar por los procesos burocráticos y fiscales de compra y venta de monedas fuertes. Además, una stablecoin se puede negociar en exchanges disponibles en cualquier parte del mundo, con tarifas de transacción bajas.
  • Exposición al mundo de los activos reales: Debido a que son representaciones de otros activos reales (pero negociadas en un ambiente de la blockchain), las stablecoins siguen de manera controlada la fluctuación de estos mismos activos. Como tales, están completamente sujetos a las decisiones de gobiernos y de los bancos centrales. Si el dólar sube, una stablecoin como Tether también sube, ¡y así sucesivamente! Las criptomonedas más especulativas, como bitcoin y ether, son influenciadas por el estado de ánimo del mercado, no por decisiones directas.
  • Todo puede convertirse en una stablecoin: Las stablecoins en el mercado son exactamente la conversión digital (tokens) de activos depositados en el sistema financiero tradicional (es decir, ¡no son activos simplemente creados de la nada!). Los tokens agrícolas de Agrotoken son un ejemplo muy interesante de stablecoins, pero también hay casos de tokens vinculados a la fluctuación de los precios de bienes de lujo coleccionables, como obras de arte e incluso vinos raros, que son inversiones a largo plazo y se revalorizan con el tiempo, a medida que su oferta disminuye y la demanda se mantiene (o aumenta).

¿Qué oportunidades ofrecen las stablecoins para las empresas financieras?

Las stablecoins simplifican la inversión en activos como el dólar, el oro y otros, como ya hemos visto en este artículo. Sin embargo, ofrecen oportunidades que van más allá de la conversión entre lo físico y lo digital.

Dentro del ecosistema DeFi y de la tecnología blockchain, las stablecoins ofrecen posibilidades como:

  • Uso como garantía en transacciones de derivativos de criptoactivos (como compra y venta de contratos de futuros, opciones y operaciones de swap);
  • Activos para staking, una especie de oferta de crédito en criptomonedas que ayuda en el desarrollo de redes blockchain o proyectos DeFi que genera intereses;
  • Y otras actividades de préstamo de activos digitales.

Y en la economía real…

Al conectar las stablecoins con el mundo de la economía real, se abren muchas posibilidades nuevas para las empresas, los emisores de tarjetas e incluso los gobiernos. Por ejemplo:

  • Una exchange puede ofrecer soluciones de transferencias en tiempo real a través de stablecoins. Esto brinda oportunidades para transacciones más seguras y de menor costo que la compra y venta de papel moneda;
  • En el mismo sentido, las stablecoins pueden ser utilizadas como método de pago en tarjetas cripto, permitiendo pagar las compras del día con el saldo que tenga el usuario en la cuenta de exchange o fintech que emitió la tarjeta. Esto significa ingresos por intereses y el modelo de tarifa de intercambio (interchange fee).

Las stablecoins son un mundo lleno de posibilidades aún por explorar, pero ya muestran muchos usos prácticos para quienes quieran invertir, diversificar su cartera o aprovechar oportunidades de negocio. ¡Todo esto va de la mano con la evolución de las finanzas descentralizadas, cerrando cada vez más la brecha entre las criptomonedas y los activos financieros del mundo físico!

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Autor

  • Breno Salvador

    Periodista y Máster en Relaciones Internacionales de Río de Janeiro. Fue reportero, redactor, productor e investigador antes de unirse a nuestro equipo de Marketing. Curioso y bromista, se compara a una esponja: donde quiera que vaya, le gusta absorber, aprender y experimentar lo que cada lugar tiene de único. Le encantan la música, los libros, las mascotas, cocinar, las cuestiones sociales, el fútbol y el tenis.

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