Durante mucho tiempo, al desarrollar sus propios servicios financieros, softwares y soluciones digitales, uno se enfrentaba a la lentitud de programar todo prácticamente desde cero –, sin mencionar los numerosos obstáculos de practicidad y seguridad. Afortunadamente, estos procesos han cambiado por completo con las llamadas APIs (del inglés Application Programming Interface, o “Interfaz de Programación de Aplicación”).
Hoy, al tener a mano una programación como esta, podrás crear en poco tiempo programas, aplicaciones y servicios que antes te llevarían meses o años, todo ello por medio de una integración con dichas APIs.
Hablando de soluciones financieras como tarjetas, cuentas e inversiones, en este post vas a ver qué son las APIs y cómo pueden ayudar a tu empresa a acelerar y mejorar la implementación de tus productos y servicios.
Qué son las APIs, de modo práctico
Pensando tecnológicamente, las APIs sirven como una especie de “traductores” programados para conectar diferentes sistemas, servicios digitales y programas (como softwares de computadora y apps de teléfonos móviles) para que se integren de forma práctica y automatizada.
Las integraciones permitidas por las APIs pasan por muchos códigos, protocolos, definiciones y procedimientos más complejos que no detallaremos aquí. Pero hagamos una analogía con la traducción para que te sea más fácil: las APIs son como un intérprete que traduce una conversación entre una persona que habla portugués y otra que habla mandarín. Solo que con las APIs, lo que sale de la boca de la persona que habla portugués ya lo escucha la otra automáticamente en mandarín, y viceversa. ¡En este caso, estas “personas” serían los diferentes programas o sistemas que se conectan gracias a las APIs!
Una API funciona de muchas maneras posibles, dependiendo de la utilidad que se le quiere dar. En la práctica, son muy utilizados para que las empresas puedan ahorrar tiempo integrando sus servicios mediante el intercambio de datos con otros programas y servicios, sin tener que recurrir a un equipo de desarrolladores para trabajar en la resolución de incompatibilidades entre un sistema y otro, por ejemplo.
Podemos decir que hay dos categorías de API:
- Las APIs internas, construidas por un equipo propio para resolver las necesidades particulares de sus aplicaciones;
- Y las APIs públicas o externas, que están diseñadas para permitir que cualquier desarrollador construya aplicaciones que se conectan fácilmente con servicios de terceros. Hoy en día, los más variados servicios utilizan, por ejemplo, APIs que se conectan y “hablan” con los servicios proporcionados por peces gigantes como Amazon Web Services, Google, Slack y Hootsuite.
Sea cual sea el tipo de API, su practicidad es enorme: te permiten simplificar una programación y conectarte con un servicio existente (ya sea un programa de mensajería para atender a tus clientes, ya sea el servicio meteorológico o un monitor de mercados y inversiones). Y si tecnológicamente todo es muy complejo, el concepto es incluso simple: piensa que en lugar de tener que completar un rompecabezas desde cero para crear una solución automatizada, si tienes una API a tu disposición, ya vendrá todo armado.
Las variadas funciones de las APIs en softwares y servicios
Los usos de las APIs son los más diversos posibles. En el caso de las empresas, se utilizan para optimizar y facilitar un proceso o producto interno como presentamos anteriormente. En el caso del usuario común, se traduce en una experiencia más eficiente y nuevos servicios a su disposición.
Hoy en día las APIs son muy utilizadas para automatizar procesos como la llamada generación de leads. Usando las APIs, por ejemplo, una tienda controla mucho más fácilmente el uso de programas que envían mensajes automáticos y personalizados para atraer nuevos consumidores y usuarios, ya sea por correo electrónico, por las redes sociales, en la propia página web…
También podemos pensar en muchas otras posibilidades, como emitir facturas fiscales o comprobantes de forma automática, configurar el uso de una aplicación de mensajería para actualizar a los clientes sobre el estado de un pedido en cualquier momento… ¡y muchas otras cosas que resultarían en una gigantesca lista!
En cuanto al usuario, es gracias a las APIs que tienes mil y una utilidades en la palma de tu mano, sin darte ni cuenta. Por ejemplo, algunas de ellas:
- Acceso directo a la dirección de un establecimiento con Google Maps integrado en el sitio web;
- Cuando el sistema de tu teléfono celular se conecta al servicio meteorológico para mantenerte informado automáticamente sobre el clima según tu ubicación, incluso si esta cambia;
- Al usar tu programa de mensajería en la oficina, son las APIs las que te brindan personalizaciones e integraciones de bots, se conectan con el programa y, por ejemplo, te avisan de la hora de una reunión allí mismo;
- Cuando recibes un mensaje automático con un recordatorio de pago de una cuenta que está a punto de vencer y que aún no has saldado.
Thaysa Moraes, Product Lead de las soluciones Core y Networks de Pomelo, explica que prácticamente cualquier empresa hoy en día trabaja con APIs, incluso sin saberlo (después de todo, basta con que te conectes a cualquier servicio de mapas o servicio meteorológico, y ya estarás usando las APIs).
“Las APIs resuelven el dolor de escalar los servicios de forma sostenible, sin sufrimiento operativo”, resume Thaysa, quien también señala que un proceso que solía llevar años en manos de los desarrolladores se acortó hasta el punto de resolverse en menos de un mes.
¿Qué importancia tienen las APIs en el sector financiero?
Así como las APIs han impulsado un salto tecnológico en las más diversas áreas, no es diferente con el sector financiero: gracias a las APIs, hoy es posible contar con tecnología segura y rápida para ofrecer soluciones para bancos, servicios de crédito, aplicaciones de gestión financiera y corredores de inversión, por ejemplo.
¿Quieres un ejemplo práctico del potencial de las APIs? Solo tienes que mirar el Pix, un medio de pagos instantáneos en Brasil que ha revolucionado el mercado desde su lanzamiento en el 2020. Con tecnología propia del Banco Central de Brasil, se integra con los bancos por medio de las APIs.
¿Qué puedes hacer con ellas?
Entre las muchas posibilidades, el sector financiero ve numerosas ventanas de mejora en los servicios con las APIs. Por ejemplo:
- Las APIs han aumentado la velocidad a la que puede implementarse prácticamente cualquier tarea que pueda automatizarse. Antes era un fastidio solucionar un pequeño problema con el banco, pero hoy prácticamente todo se hace en el teléfono celular. Desde pedidos de tarjetas hasta autorizaciones de inversión y operaciones de cambio, las APIs están detrás de todo para automatizar el camino, creando una mejor experiencia para el cliente, permitiéndole resolver las solicitudes de atención más rápido y creando procesos y transacciones de usuario más eficientes.
- Cuanta más innovación tecnológica en el sector propiciada por la integración de diferentes servicios al alcance de una API, más espacios de competitividad surgen. Si un consumidor quiere una solución que solo ofrece el banco X, al banco Y le resulta mucho más fácil hoy planificar y lanzar su propia versión, o innovar frente a la competencia. Y el propio Banco Central aprovechó este movimiento al crear el Pix, por ejemplo;
- La seguridad del usuario en computadoras y dispositivos móviles se incrementa considerablemente, ya que las APIs estandarizan las capas de seguridad para que cada usuario se conecte a los servicios de su banco, cuenta digital o corretaje, por ejemplo. A medida que los hábitos de consumo y acceso se vuelven más predecibles con la automatización, aportan una gran ventaja frente a las amenazas de fraude y otros delitos;
- Al usar las APIs, las empresas pueden cruzar datos financieros autorizados por sus clientes para ofrecerles de forma personalizada (¡e incluso automática!) productos y servicios de inversiones, tarjetas y préstamos, por ejemplo;
- Con soluciones de open banking y open finance, las APIs permiten optimizar el intercambio de datos para mejorar la oferta de servicios en beneficio del usuario.
¿Seguridad adicional sin necesidad de agencias físicas? Dale las gracias a las APIs
Hoy en día, existen innumerables soluciones que incluso pueden parecer obvias, pero que solo se han naturalizado gracias a las APIs. Por ejemplo, los procesos de know your customer (KYC) validan la identidad de los usuarios, previniendo fraudes y otros delitos que perjudican gravemente el sistema financiero.
Si antes las cosas solo se solucionaban en el banco, llevando el documento de identidad para solucionar cualquier pequeño problema, hoy en día, basta con realizar una validación de usuario, con otra capa confiable de seguridad y sin el inconveniente de tener que pedir a los clientes que salgan de casa para resolverlo. Y la revolución que esto trajo con el ahorro de tiempo (¡y dinero!) es enorme, nos explicó Luane Lima, quien es Product Lead de Pomelo en la solución de Identity, que se ocupa del área de KYC.
Al hablar así, resulta incluso difícil medir la importancia de las APIs en ese contexto, ¿no es así? Así que vamos a darte informaciones que seguramente te llamarán la atención:
- Grandes players globales y latinoamericanos asocian directamente a las APIs el rol de haber desarrollado el ecosistema propicio para las fintech, un modelo que viene revolucionando los mercados;
- Las famosas billeteras virtuales funcionan con base en APIs – y son un tremendo suceso. En Argentina, se multiplicaron casi por cinco durante la pandemia: pasaron de 3,5 millones de usuarios en marzo del 2020 a 16,3 millones a fines del 2021.
- En Brasil, según la Encuesta Febraban de Tecnología Bancaria 2022, siete de cada diez transacciones bancarias realizadas en el país en el 2021 se llevaron a cabo por internet y por teléfono celular, mientras que solo el 3% de las transacciones bancarias se realizaron en sucursales físicas.
Sin las APIs, estos números sin duda serían muy diferentes.
Las APIs en el futuro: conectando cada vez más servicios y productos financieros
¿Tienes una empresa que ofrece servicios financieros o quieres ofrecer tus propios servicios? Esto ya es cosa del presente. Con las APIs cada vez es más fácil, como hemos visto, tener tus propias tarjetas, ofrecer cuentas digitales y personalizar los servicios de financiación e inversión, entre otras posibilidades.
Sin embargo, en el futuro esta realidad puede volverse aún más impresionante. Thaysa Moraes, quien ya nos explicó las APIs, estima que, a medida que se utilicen más y más soluciones de este tipo en el mercado, más oportunidades tendrán las empresas para optimizar sus servicios – hasta el punto de resolver pedidos complejos de los usuarios por medio de respuestas automáticas dadas en milisegundos.
Mientras tanto, según Luane Lima, movimientos como los del open banking, con una amplia comunicación interbancaria, ya muestran cómo será cada vez más fácil garantizar soluciones interconectadas que mejoren la oferta de servicios para el usuario, “de forma más transparente y segura”.