Las empresas del sector financiero tratan directamente con los datos sensibles de sus clientes, sean individuos o empresas. Desde datos personales hasta aquellos de sus cuentas, tarjetas y otros productos financieros, todos son en gran parte confidenciales. Es en este escenario en el que aparece el KYC.

En casi todos los países existen regulaciones que tienen que seguir estas empresas al ofrecer servicios financieros. Una de estas es la verificación de usuarios, que asegura la identidad de aquél que intenta, por ejemplo, obtener una tarjeta de crédito o abrir una cuenta es quien dice ser, además de otras features.

Esto siempre fue fundamental y recién se tornó aún más importante por una razón: aunque la tecnología haya facilitado el acceso a esos productos en los últimos años y sean digitales, el robo de identidad y phishing se tornaron riesgos mayores. Y, por tanto, hay que combatirlos de alguna manera.

La tecnología KYC, sigla para Know Your Customer, en inglés, tiene el objetivo de establecer protocolos de autenticación y verificación de usuarios. Para entender con más detalle qué es KYC, cómo funciona y por qué es necesaria en el presente y futuro de los servicios financieros, ¡sigue leyendo! 

¿Qué es KYC y qué significa?

Conocer esta tecnología empieza por saber lo que las siglas KYC significan: Know Your Customer, en inglés, o “Conoce a tu cliente”. 

Se trata de una metodología de corroboración de identidad y una serie de soluciones tecnológicas que tienen el objetivo de verificar que la información de un cliente es correcta cuando quiere obtener un servicio financiero desde una plataforma web o móvil. No solo que la información es correcta, sino que es la propia persona la que lo intenta hacer.

El proceso de KYC verification no necesariamente es tecnológico. Al tratarse de una norma regulativa obligatoria para todas las entidades financieras, antes del surgimiento de los bancos digitales el KYC era manual. Normalmente, los documentos necesarios eran enviados personalmente a una sucursal o por correo, y por eso la apertura de cuentas o obtención de otros servicios solo podía ser hecho personalmente.

KYC y compliance

Parte de los motivos por los cuales el KYC es tan importante es que, la mayoría de las veces, es parte de la política de compliance de las instituciones financieras. Eso significa que él asegura a las empresas que ofrecen servicios financieros el cumplimiento de las medidas y reglas que las legislaciones de cada país imponen.

Además del robo de identidad, el blanqueo de dinero es algo que puede ser mitigado con la tecnología KYC, tal como entender si la persona en cuestión es una persona de exposición pública (lo que implica un tratamiento diferente de sus datos) y el check de su background y histórico financiero.

¿Cómo funciona el KYC?

El proceso de KYC inicia, en general, de la siguiente manera:

  1. El usuario completa sus principales datos personales, como nombre completo, fecha de nacimiento, cédula de identificación, nombre de sus parientes, dirección, entre otras.
  2. Después, imágenes de sus documentos son cargadas en la plataforma para un check de que los datos informados corresponden a los de su documento, todo eso mientras se verifica en bases de datos gubernamentales.
  3. Sigue con la biometría facial, que usa la cámara del dispositivo (sea una computadora o teléfono) para comprobación de quien pide el servicio es la misma persona de la foto del documento. 
  4. Y finalmente, los resultados de la verificación. En este punto se puede salir aprobado o rechazado, no siempre con una justificación en el caso de rechazado.

Más allá del primero paso

Podemos decir que el uso más frecuente del KYC es, en el caso de servicios financieros, para la apertura de cuentas digitales y obtención de otros servicios y productos. Pero no se resume solo a eso: la tecnología es utilizada en otros momentos fundamentales a lo largo de la jornada del cliente junto a la institución, eso para garantizar la seguridad de ambas partes. Abajo contamos más sobre ellos.

El KYC en onboarding digital

En este momento, como ya explicamos, el YC es parte del onboarding digital del cliente, que consiste en un procedimiento básico para acceder al servicio en cuestión. Este es el momento inicial de aprobación o rechazo del usuario para convertirse en un cliente.

… Después del onboarding, verificaciones periódicas

Aunque la verificación inicial sea la más importante, una buena práctica es hacerla con determinada frecuencia. En algunos países eso puede ser obligatorio y en otros, no. Por eso la frecuencia puede variar, incluso según la política de las entidades. Aquellos usuarios que probaron ser de mayor riesgo pueden tener su identidad verificada con más frecuencia.

En general, la idea del KYC es disminuir el riesgo de blanqueo de dinero y otros crímenes financieros – al final, el comportamiento del cliente cambia a lo largo del tiempo. 

KYC perpetual

Acá, un otro “tipo” de KYC donde la idea es hacerlo proactivamente cuando el cliente tiene un comportamiento diferente de su patrón. No se tratan de verificaciones frecuentes, pero sí de verificaciones que son hechas cuando determinados eventos ocurren – en la mayoría de las veces, eventos que apuntan no ser el usuario quien los hizo. 

Esta verificación muchas veces elimina la necesidad de verificaciones periódicas, por eso se dice que es una medida proactiva que garantiza más seguridad al mismo tiempo que optimiza los recursos de la empresa, las políticas de compliance y mejora la experiencia del cliente

Al final, ¿para qué sirve el KYC?

Como ya explicamos, el KYC es un proceso obligatorio para todas las instituciones financieras, pero también ofrece otras ventajas a las empresas. Cuanto más intuitiva, rápida y precisa la tecnología de KYC, más protegidas están las empresas.

Como sugiere el propio nombre, conocer al cliente significa desde entender quién es, su historial financiero y consumidor. Con eso en manos, las empresas pueden identificar comportamientos y acciones sospechosas anticipadamente y actuar de forma preventiva, como no permitir que la acción sea concluida. 

Además de eso, el KYC y su significado definen la experiencia del cliente desde el primer momento, dando a las empresas la posibilidad de ofrecer el mejor proceso de onboarding posible.

No hay dudas: adoptar la tecnología de KYC y asegurarse que es la mejor para su usuario final es indispensable hoy por hoy.

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  • Noelia Di Pietro

    Periodista y Licenciada en Comunicación nacida en Buenos Aires, Argentina. Se sumó al equipo de Marketing de Pomelo luego de escribir para medios, agencias y empresas del mundo IT, en las que adquirió el talento para descifrar info techie sobre software y blockchain. Es cinéfila, ama la musica, conocer nuevos lugares, y sobre todo, es cat-lover.

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