Si algo abunda en el mercado de tarjetas -del tipo que sea- es la variedad. Ya sea de usos, colores, diseños…o una de las más recientes formas de ofrecerlas que contempla un detalle simple, pero muy importante: si van a llevar el nombre del usuario o no.
Seguramente ya sabes que “la diferencia está en que la tarjeta nominada lleva el nombre del titular y la innominada no”. Sin embargo, la realidad es que existen diferencias mucho más relevantes entre estos dos tipos de tarjetas – diferencias que cambian bastante la estrategia de quién va a lanzar y ofrecer sus propios productos financieros.
En este artívulo vamos a detallar las diferencias entre ambas opciones de tarjetas y en qué caso utilizar cada una.
Tarjeta nominada: el modelo tradicional
Como su nombre lo indica, las tarjetas nominadas o nominativas son aquellas que llevan el nombre del titular impreso en el plástico (en el caso particular de tarjetas impresas). Estas tarjetas se asocian a una persona y a una cuenta específica – y, por seguridad, solo pueden ser usadas por este mismo titular. ¿El motivo? Evitar fraudes, clonaciones y riesgos de usos indeseados debido a robos.
La tarjeta nominativa ha dominado el mercado tradicional de tarjetas de crédito y débito por mucho tiempo, ya que antes no existían otros métodos para verificar la identidad del usuario, más que el mismo usuario. Por eso, es común que algunos servicios – como las empresas de alquiler de autos – exijan una tarjeta nominativa con el nombre en el relieve para verificar la identidad del titular. Incluso en algunos países, la tarjeta nominada se considera una medida de seguridad adicional en las compras físicas, ya que el merchant puede solicitar el documento de identidad del comprador al momento de la transacción.
Hoy en día, tener un nombre impreso en la tarjeta no marca la diferencia, tanto gracias a la digitalización de los métodos de seguridad que existen en el mercado de pagos, como a la facilidad de vincular una tarjeta virtual a la app del banco o a alguna billetera virtual. Además, cabe destacar que varios emisores permiten a los usuarios elegir el nombre que va a aparecer en su tarjeta – o incluso prefieren no imprimir ningún dato en ella, como veremos a continuación.
Los diferentes tipos de tarjetas innominadas
Podemos encontrar tarjetas sin el nombre del titular impreso, tarjetas que solo incluyen el número y el código de seguridad de tres dígitos, o incluso tarjetas sin ningún tipo de información… Todas pueden ser tarjetas innominadas – o en palabras más simples, tarjetas sin nombre. Dentro de esta categoría, existen diferentes tipos de tarjetas y posibles usos. Acompáñanos a descubrir cómo funcionan:
Tarjetas individuales sin nombre impreso
Una tarjeta sin el nombre del titular muchas veces es una tarjeta, como las que mostramos anteriormente, pre vinculada a una persona específica. Este caso aplica para tarjetas de débito o crédito que buscan proteger la información personal del usuario por cuestiones de privacidad y seguridad.
Para realizar una compra online con esta tarjeta, es necesario proporcionar el nombre y los datos que solo se encuentran disponibles en el entorno seguro del banco emisor. Estas tarjetas son conocidas en el mercado como infoless (sin información): no tienen ningún dato visible, lo que garantiza aún más su seguridad. De hecho, solo se puede acceder a sus datos en un entorno digital que cuente con medidas extra de seguridad, como la autenticación en dos pasos (2FA).
Para empresas que quieren emitir tarjetas de crédito o débito, es una ventaja el hecho de no tener que imprimir datos personalizados cada vez que un cliente solicita la emisión o reimpresión de su tarjeta, ya que se ahorra tiempo y costos de producción.
Tarjetas sin nombre asociado
Las tarjetas sin nombre también tienen otro uso común en los modelos prepagos, en especial el de las giftcards. Esto se debe a que son muy prácticas para usos específicos, como por ejemplo:
- Programas de fidelización para algún comercio o servicio;
- Gift cards para seres queridos;
- Como forma de pago que ofrecen algunos servicios online.
Al igual que las tarjetas infoless, las tarjetas prepagas innominadas ofrecen algunas ventajas prácticas. Entre ellas, también está el hecho de que no necesitan ser impresas de forma personalizada bajo demanda. Además, pueden ser entregadas en lotes al emisor, distribuidas a los clientes y, por último, activadas. Por otro lado, al no estar vinculadas previamente a una persona específica, pueden ser otorgadas a personas que no están bancarizadas, e incluso son una excelente forma de darle la mensualidad a los niños.
“¿Y qué tipo de tarjeta debo elegir?”
Cuando se trata de ofrecer productos y servicios financieros, las tarjetas son el mejor punto de partida como unidad de negocio. En cuanto a elegir qué tipo de tarjeta vas a ofrecer, si nominadas o innominadas, es importante tener en cuenta tu estrategia y planificar en base al perfil de clientes que quieres atender.
Si lo que deseas es crear una nueva unidad de negocio en tu empresa, como un programa de fidelización o de incentivos corporativos, las tarjetas prepagas innominadas suelen ser una buena puerta de entrada al mercado. Son más flexibles, fáciles de gestionar y requieren menos personalización de producto. En resumen, basta con entregar la tarjeta cuando se solicite y activarla. Si quieres, puedes inspirarte en otros ejemplos de uso para tarjetas prepagas.
En cambio, si tu intención es operar como un banco y ofrecer productos financieros como cuentas y pago de servicios, tendrás que ofrecer tarjetas nominadas con titular asociado para cumplir con las regulaciones y garantizar la seguridad de los datos y el dinero de tus usuarios. Aunque las tarjetas nominadas pueden tardar un poco más en ser impresas y entregadas, cuentan con medidas de seguridad que la convierten en una opción más certera y confiable.
En nuestra página de documentación técnica, puedes encontrar información detallada sobre cómo se fabrican los diferentes tipos de tarjetas, incluyendo la personalización de la tarjeta y las formas de enviarla a los usuarios.
Independientemente de la opción que elijas, tenemos una certeza: planificar tu ingreso al mercado de tarjetas puede asegurar buenos retornos y una diversificación efectiva de tus servicios.