La agropecuaria es una de las mayores fortalezas de las economías latinoamericanas: hoy, el continente representa cerca del 15% de la producción agrícola y ganadera del mundo. Ante la necesidad que tienen los productores rurales de un crédito sin complicaciones que atienda a las demandas específicas del sector, el modelo de tarjeta agro sigue creciendo. Estas tarjetas brindan soluciones flexibles para dar a los agricultores y ganaderos el capital de trabajo que necesitan para invertir en cualquier momento, independientemente de sus ciclos de negocios.

En este artículo te mostramos qué son las tarjetas agro, qué ofrece este modelo a la agropecuaria, sus ventajas y cómo otras empresas pueden aprovechar el potencial de este método de pago para pensar en nuevos negocios.

¿Qué es una tarjeta agro? ¿Para qué sirve?

La tarjeta agro es una tarjeta de crédito cuyo modelo de negocios está diseñado para satisfacer las necesidades financieras específicas de los productores rurales, agricultores y otros profesionales involucrados en la cadena agropecuaria – en particular, la necesidad de crédito flexible en cualquier época del año. Esto se debe a que este segmento necesita soluciones crediticias personalizadas para contar con capital de trabajo, independientemente de sus ciclos anuales de producción y ventas.

Las tarjetas agro ayudan a compensar una dificultad que enfrentan muchos productores rurales: el hecho de que su flujo financiero está vinculado a la producción y venta de sus productos básicos. La fluctuación del precio de mercado de bienes como la producción agrícola y ganadera hace que muchos productores, para pagar sus inversiones y pasivos, se vuelvan dependientes de vender sus commodities a valores que muchas veces distan del valor ideal.

Y no es porque falten oportunidades de negocios para el sector: estamos hablando de una región que mueve miles y miles de millones de excedentes en la agricultura; que concentra una gran parte de las exportaciones de commodities como carne vacuna, soja, maíz y trigo; y donde el sector llega a representar el 18% del PIB de sus países.

Con estos datos clave en mente, no es de extrañar que bancos públicos y privados, las fintech y cooperativas de crédito ya ofrezcan numerosas soluciones para este tipo de tarjeta, como por ejemplo:

  • Líneas de crédito pre aprobadas para la compra de insumos y maquinaria;
  • Costeo de cosechas, con plazos especiales para la devolución del crédito;
  • Conexión a marketplaces, ecosistemas financieros y programas de beneficios de instituciones financieras que otorgan crédito a productores rurales.

Las ventajas que una tarjeta agro puede ofrecer a los negocios

Debido al desajuste entre los flujos de caja y los ciclos del sector agropecuario, las soluciones crediticias que ofrecen las tarjetas agro para el segmento rural resultan muy importantes para ayudar a financiar inversiones durante todo el año.

Si en el pasado, bancos tradicionales se negaban a otorgar más opciones de financiamiento al sector (precisamente por temor a los riesgos de incumplimiento con las deudas tomadas a crédito), ahora la tarjeta agro es ampliamente utilizada por los bancos públicos y privados como una unidad de negocios propia para ampliar las posibilidades de ingresos. Esta herramienta es capaz de ofrecer:

  • Amplia aceptación en establecimientos rurales y tiendas especializadas, brindando acceso a una gama de productos que van desde semillas, fertilizantes y pesticidas hasta equipos y maquinaria;
  • Líneas de crédito preaprobadas con condiciones especiales para la compra de insumos y equipamiento, facilitando las inversiones necesarias en el sector, ya sea para el día a día o para elevar el nivel de sus negocios;
  • Mayor flexibilidad en la financiación al pagar con cuotas. Esto es especialmente útil para que los agricultores administren sus flujos de caja a lo largo del año agrícola, teniendo capital de trabajo con facilidad. Es con este modelo que nuestros clientes agro pueden ofrecer a sus usuarios la posibilidad de realizar inversiones durante todo el año con sus tarjetas powered by Pomelo.
  • Acceso a programas de recompensas y beneficios exclusivos para los usuarios. Entre las posibilidades se encuentran descuentos en compras, cashback, acceso a marketplaces exclusivos, acumulación de puntos canjeables por productos o servicios, acceso a eventos y formación especializada. Estos y otros incentivos fidelizan a los usuarios y garantizan a los productores rurales una nueva unidad de negocio en su cartera, aumentando sus ingresos.

¿Cuáles son las posibilidades de los modelos de negocio con tarjetas agro?

La tarjeta agro trae distintas oportunidades de mercado al sector agropecuario. Ya sea para aquellos que quieren acceder a líneas de crédito de bancos y cooperativas, o para aquellos que están del otro lado del juego y quieren ofrecer tarjetas de crédito a otros productores y beneficiarse de fuentes de ingresos como el cobro de intereses y la tasa de intercambio (entre otros ingresos que las tarjetas pueden garantizan a sus emisores).

Sabemos cómo la innovación es algo que nunca se detiene en el agro, y lo mismo ocurre con las soluciones financieras que utilizan sus players. Ya sea con tarjetas físicas o virtuales, hoy en día es posible encontrar diferentes modelos de tarjetas agro:

  1. Tarjetas que tienen plazos diferenciados de pago, como la de Bamba, la primera agro Mastercard de Argentina. Para modernizar su gestión de otorgamiento de crédito, tarjetas pensadas para el sector también pueden contar con el motor de crédito de un partner de infraestructura financiera, responsable de emitirlas y de procesar sus transacciones;
  2. Tarjetas de crédito colateralizado en activos como, por ejemplo, commodities agrícolas. Eso es lo que hace Agrotoken, que permite a los agricultores que hacen parte de su ecosistema financiero convertir digitalmente su producción de granos y, con ello, financiar compras de insumos, maquinaria y otros gastos con su tarjeta de crédito;
  3. Y, fuera del circuito crediticio, incluso es posible planificar tarjetas de débito y prepagas a partir de cuentas digitales emitidas por un banco o entidad financiera colaboradora. Esto puede ser particularmente útil para conectar este medio de pago a los ecosistemas financieros de los productores, que incluyen mercados y programas de recompensas, por ejemplo.

Pero siempre vale la pena recordar: el cliente que quiera lanzar sus propias tarjetas debe tener un modelo de negocio ya planeado antes de lanzarlas. Y, si va a conceder crédito, necesita tener una operación ya pensada para lograr un time-to-market eficiente. Lo mismo ocurre con las tarjetas con crédito colateralizado, que también requieren una cuidadosa planificación de cuáles serán los colaterales (garantías) que se vincularán al crédito ofrecido.

Con buena planificación, puedes ofrecer tus propias tarjetas agro customizadas e incorporarlas a tu modelo de negocio. ¡Ellas tienen todo para ser una herramienta súper estratégica para impulsar el crecimiento y la productividad de tus actividades en el agro!

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Autor

  • Breno Salvador

    Periodista y Máster en Relaciones Internacionales de Río de Janeiro. Fue reportero, redactor, productor e investigador antes de unirse a nuestro equipo de Marketing. Curioso y bromista, se compara a una esponja: donde quiera que vaya, le gusta absorber, aprender y experimentar lo que cada lugar tiene de único. Le encantan la música, los libros, las mascotas, cocinar, las cuestiones sociales, el fútbol y el tenis.

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